La Gimnasia Emocional tiene un gran número de ejercicios que implican cambios corporales que mejoran la forma en que nos comunicamos con nosotros y con los demás mejorando nuestra comunicación no verbal.

Una buena comunicación no verbal es una de las mejores maneras, o quizás la mejor, no sólo de comunicarnos con los demás, sino también de hacerlo con nosotros mismos para conseguir modificar nuestro estado de ánimo y nuestro humor, además de ser muy importante cuando queremos cambiar alguna creencia limitante que nos impida realizar los cambios que necesitamos y alcanzar las metas que nos proponemos en nuestras vidas.

Quiero compartir con vosotros un vídeo de Amy Cuddy en el que habla del lenguaje corporal, cómo éste afecta a los demás y a uno mismo y qué ocurre en nuestro organismo, es decir, que sustancias secretamos según las posturas que tiene nuestro cuerpo y cómo influyen en nuestro bienestar y en las posibilidades que nos facilitamos de conseguir cumplir nuestros objetivos y hacer realidad nuestros deseos.

El lenguaje corporal influye cómo nos ven los demás, pero también puede cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos. La psicóloga social Amy Cuddy muestra como las “posturas de poder” —mostrar una actitud de seguridad, aún sintiéndose inseguro— pueden alterar los niveles cerebrales de testosterona y colesterol, e incluso mejorar nuestras probabilidades de éxito.